Skip to content
All posts

¿Son necesarias las disculpas?

No se puede sustituir el pedido de disculpas.

¡Cómo nos cuesta pedir disculpas! ¿No?

Es más fácil comprar un regalo, hacer algo que el otro había pedido y lo postergabas, hacer silencio para que el otro no note que ahí hace falta una pieza, una disculpa.

¡Cuanto necesitamos una disculpa cuando nos han lastimado! ¿No?

Cuando nuestra credibilidad o valor fue puesto en duda, cuando nuestro conocimiento fue menospreciado, pero es más fácil recibir el regalo, aquel pedido viejo o ese silencio donde sabes que falta una pieza: La disculpa.

El valor de la disculpa radica en poner a ambas partes del conflicto en una nuevo equilibrio, en un estado de reparación temporal o permanente.

Eso, si las disculpas son sinceras y son acompañadas por un cambio en la acción.

Sin evidenciar tu necesidad de una disculpa, el otro va a asumir que esta bien un regalo, un silencio, porque tu validas ese regalo o silencio con tu silencio.

En este caso, es tu responsabilidad seguir tomando lo que no necesitas en lugar de una disculpa.

Sin animarte a recibir el pedido de disculpas al otro, le quitas la oportunidad que te muestre su dolor y lo comparta contigo, para resolver el problema juntos, en equipo.

En este escenario tu necesidad de ser perfecto o perfecta siempre te quita la oportunidad de mostrar cuan vulnerable eres ante el otro y te separa de él, generando vacío y soledad.

Las disculpas son un límite entre el caos y el orden nuevo.

Si tienes miedo de pedir disculpas o de exigirlas, tal vez es una señal de que necesitas que charlemos. Será bueno.