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Contar la historia

Una vez, una paciente me dijo una frase que me acompañaría el resto de mi vida profesional y personal.

“Romina, la vida es como entrar a un cine donde exhiben una película empezada. Tu tarea es tratar de entender que película estás viendo, y te vas antes de ver el final”.

Y es así.

No sabemos de qué va la película, pero los demás actores están.

Y la trama, aunque callada o silenciada, está.

Vivir en esta película que es tu vida sin conocer los antecedentes genera caos emocional.

Y nadie es pleno en el caos.

Es importante conocer tu historia familiar, la historia de los actores más grandes, como llegaste a este mundo.

¿Fuiste buscado? ¿Fue un accidente? ¿Fuiste adoptado? ¿Tuviste un mellizo que no sobrevivió?

¿Naciste del amor? ¿De la indiferencia? ¿Estuviste en la incubadora? ¿Cómo fue tu llegada a la casa? ¿Cómo se conocieron o cómo se separaron tus padres?

Estas preguntas te van a ayudar a ver a tus padres como seres humanos, más allá del rol que ocupan en tu vida.

¿Ellos fueron maltratados? ¿Fueron amados? ¿Qué plan tenían tus abuelos para tus padres?

Las historias se repiten, y las no resueltas, se repiten con más fuerza.

Por eso es necesario que conozcas a los demás actores y sus propias tramas.

Tal vez halles en ellas la punta del ovillo de tu caos.

Genera espacio con tus hijos donde les puedas contar tu parte de la trama. No dejes espacios silenciados, porque los silencios se llenan con dudas o fantasías.

Por supuesto, ubicado a la edad que tiene tu hijo, con la información justa para su etapa de crecimiento. Siempre en el futuro habrá más espacios para seguir llenando la trama.

Recuerda que la salud mental está de moda hace muy poco tiempo. Las adicciones antes eran otras, pero existían.

Por eso es que antes tenían otros nombres, u otra forma de nombrar al alcoholismo, la ludopatía, la adicción al sexo o la depresión.

Es tu tarea ponerle nombres modernos a las tramas de tus antepasados.

En mi plan de evaluación trabajamos con mis pacientes su historia familiar.

Esto tiene un doble fin: el primero es que yo entienda de qué película está viviendo esta persona, y el segundo es que la persona logre armar un cuadro mental de todo lo que su familia ha repetido o callado.

Es un ejercicio muy interesante para poner en perspectiva la propia trama.

Si quieres recibir asesoramiento para entender la trama de tu película, contáctame, charlemos.