Reflexiones que dan Bienestar

¿Qué es el aquí y ahora y por qué nos cuesta vivir en el presente?

Escrito por Rodrigo Martínez | Feb 20, 2025 6:53:51 PM

El “aquí y ahora” es una frase que alguna vez la escuchaste cuando se habla de salud mental, pero ¿qué realmente significa?

Vivir en el aquí y ahora, es un concepto de origen en el budismo zen, que luego la psicología Gestalt lo adoptó. Es abrazar el presente con plena conciencia, sin la interferencia de pensamientos sobre el pasado o el futuro.

Es estar presentes en cada momento, en cada sensación, en cada emoción que surge.

A todos nos pasa. Un niño puede estar jugando con sus juguetes, pero su mente está en la posibilidad que su amigo no quiera jugar con él al día siguiente. No está disfrutando plenamente del juego y del presente. Un adolescente puede estar en clase, pero su mente está en lo que le está escribiendo por WhatsApp a su novia o en el partido de fútbol que jugará después o en la preocupación por el examen de mañana. No está presente en la clase, perdiendo la oportunidad de aprender y disfrutar del momento. Un adulto puede estar en una cena con su familia, pero su mente está en el trabajo, en las facturas que tiene que pagar o en la discusión que tuvo con su pareja. No está presente en la cena, perdiendo la oportunidad de conectar con sus seres queridos y disfrutar del momento.

Si no estás en el presente no estás viviendo plena y completamente, no estás siendo consciente, es decir, no estás aprendiendo a vivir mejor.

Nuestra dificultad para vivir en el presente se debe a varios factores.

Tendemos a quedarnos atrapados en pensamientos sobre el pasado (recuerdos, arrepentimientos) o en preocupaciones sobre el futuro (anticipación, ansiedad).

Esta "rumiación mental" nos aleja del presente y nos impide experimentar plenamente lo que está sucediendo aquí y ahora. A veces, evitamos el presente porque nos da miedo enfrentar emociones dolorosas o incómodas. Preferimos distraernos con el pasado, con la nostalgia del pasado o lo doloroso del pasado para autocastigarnos. También pensamos en el futuro, hacemos planes, todo esto para no sentirnos vulnerables en el presente. De esta forma no hacemos conscientes nuestras necesidades y seguimos sin solucionar nuestros problemas.

Muchas veces, vivimos en "piloto automático", sin prestar atención a nuestras sensaciones: esa contractura en la espalda, emociones, el enojo y miedo del que no somos conscientes o si lo somos, no nos permitimos expresarlo, y pensamientos, “tengo que ser fuerte”, “no soy suficiente”, por ejemplo (estos pensamientos en psicología se llaman introyectos, dan para todo un artículo aparte).

Esta falta de conciencia nos impide conectar con el presente y disfrutarlo plenamente. Además, la sociedad moderna nos bombardea con estímulos, pantallas en el trabajo, el celular que lo utilizo para desconectarme de lo que siento y pienso, que me desconecta de lo que necesita mi madre, mi novia, mi esposo, mis hijos. La sociedad que nos exige estar siempre "ocupados", ¿qué va a pasar si me detengo un rato a pensar o simplemente a aburrirme? Permítete aburrirte de vez en cuando.

Ser "productivos" con fechas límites en el trabajo, y “las bondades” del trabajo a distancia. Esta presión constante nos dificulta tomarnos un respiro y simplemente estar presentes en el momento. De esta manera seguimos sin solucionar nuestros problemas.

El aquí y ahora es el único momento real que tenemos, el único en el que podemos actuar y transformar nuestra realidad. El "aquí y ahora" no implica negar la importancia del pasado o del futuro, sino más bien reconocer que solo podemos actuar y experimentar plenamente en el presente. Al enfocarnos en el presente, podemos tomar conciencia de nuestras necesidades, sentimientos y acciones, lo que nos permite vivir de manera más auténtica y satisfactoria.

Esta es la pregunta que te estarás haciendo:

¿Cómo hago para vivir en el aquí y ahora?

Primero que nada, te digo no es fácil, no se aprende de un día para otro, es un proceso de aprendizaje. En la práctica de la terapia Gestalt, se anima a los pacientes a traer al presente situaciones del pasado o preocupaciones sobre el futuro, para explorarlas y comprenderlas desde la perspectiva del "aquí y ahora". Esto permite integrar experiencias pasadas y anticipar el futuro de manera más adaptativa, sin quedar atrapados en ellas. De ahí la importancia de un psicólogo, un profesional preparado para ser guía de un proceso de crecimiento personal.

En la vida diaria, algunas herramientas para cultivar la conciencia del presente son:

  • Presta atención a las sensaciones.
  • Conecta con tu cuerpo y percibe las sensaciones físicas (temperatura, tacto, respiración).
  • Al despertarte, en lugar de revisar el celular inmediatamente, dedica un par de minutos a sentir tu cuerpo, la respiración y los sonidos del entorno.
  • Al desayunar, saborea cada bocado, notando las texturas, los sabores y los aromas de la comida.
  • Observa tus emociones, identifica y acepta las emociones que surgen, y como las sientes en tu cuerpo, sin juzgarlas.

Sé que es difícil, pero permítete decirte en vos alta: “sí, estoy triste”, “estoy enojada”. Escucha tus pensamientos, toma conciencia de los pensamientos que cruzan tu mente, sin engancharte en ellos. Cuando tenes un pensamiento negativo trata decirte que ese pensamiento no te define como persona, es solo un pensamiento, no te quedes con ese adjetivo calificativo que elegiste para castigarte.

Más herramientas durante el día o en el trabajo:

  • Tomate pequeños descansos para observar tu cuerpo, cómo te sientes, si hay tensión en alguna parte.
  • Respira profundamente unas cuantas veces, permítete parar unos minutos.
  • Desconéctate de la tecnología, reduce el tiempo que pasas en redes sociales, viendo televisión o usando el celular.
  • Al interactuar con otros, presta atención a lo que dicen, pero también a su lenguaje corporal, sus expresiones faciales.
  • Escucha activamente, sin interrumpir.
  • Practica la atención plena, dedica tiempo a actividades que te conecten con el presente: cocinar, pintar, practicar un deporte, escuchar música, bailar, hace meditación, yoga o simplemente observa la naturaleza. Es decir, encuentra actividades que te gusten y te permitan concentrarte en el momento.

Al final del día:

  • Antes de dormir, dedica unos minutos a reflexionar sobre el día, pero sin juzgarte ni analizarlo demasiado.
  • Simplemente observa lo que fue y quédate con lo positivo que lograste.
  • Si te cuesta conciliar el sueño, busca música relajante en YouTube u otra plataforma.
  • Enfócate en tu respiración, sintiendo cómo el aire entra y sale de tu cuerpo.
  • Relaja cada parte de tu cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, hay ejercicios de relajación muy útiles en diferentes plataformas.

Por último, no te juzgues si te distraes.

Es normal que la mente divague. Simplemente vuelve a enfocarte en el presente.

Empieza de poco a poco, no intentes cambiar todos tus hábitos de golpe. Elige una o dos actividades y practícalas regularmente.

Sé paciente contigo mismo, no te desanimes si no lo logras de inmediato.

Al empezar a practicar estas pequeñas acciones en tu día a día, notarás cómo poco a poco te sientes más presente, más consciente y más conectado con el aquí y ahora.